Es
una enfermedad debida a una inflamación crónica y reversible de los bronquios,
que permite la entrada del aire pero no su salida.
SÍNTOMAS.
Estos
síntomas pueden aparecer juntos, o solo uno de ellos.
- Disnea o falta de aire al hacer ejercicio y en casos graves, en reposo.
- Tos seca irritativa, frecuentemente nocturna, y que despierta al que la sufre. (No se acompaña generalmente de moco, y si lo hace, es claro, escaso y pegajoso).
- Ruidos en el pecho, que se escuchan como silbidos al expulsar el aire.
- Opresión torácica debida al esfuerzo de los músculos al intentar respirar.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
- NIÑOS.
Tienen
generalmente antecedentes familiares.
- ADULTOS.
DIAGNÓSTICO.
Espirometría.
Aunque
hay varias pruebas para diagnosticar el asma, ésta es la principal, y consiste
en medir la capacidad pulmonar al soplar a través de un aparato llamado
espirómetro.
TRATAMIENTO.
El
tratamiento se basa fundamentalmente en corticoides inhalados que son los que disminuyen
la inflamación del bronquio, y los broncodilatadores de acción larga que son los
que lo abren. Actualmente se usan juntos, por la mañana y por la noche, se
tenga o no síntomas.
En
momentos de crisis asmática o exacerbación de los síntomas se ayudarán del
salbutamol, broncodilatador de acción rápida que actúa abriendo los bronquios.
Otros
tratamientos incluyen corticoides orales en casos más graves, etc.
En
los casos de no respuesta al tratamiento, sobre todo en adultos, se tendrá en
cuenta la presencia de otras patologías asociadas, como la sinusitis crónica,
el reflujo gastroesofágico, pólipos nasales, etc.
La
toma de ciertos medicamentos como la aspirina, algunos antihipertensivos, etc.
pueden empeorar el asma, así que deberían ser cambiados por otros según
criterio médico.
Y
no olvidar, que las crisis de asma se puede presentar de forma espontánea o
poco a poco.
Dra
J. Hurtado Martínez
Directora Médica de HealthSalus
Directora Médica de HealthSalus
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